El colon irritable, o según su denominación más exacta Síndrome del Intestino Irritable (SII), es un trastorno funcional crónico del tubo digestivo y se caracteriza por la existencia de dolor abdominal o cambios en el ritmo intestinal – el paciente puede presentar diarrea o estreñimiento – .
De acuerdo con la especialista de la Fundación Española de Aparato Digestivo, Susana Jiménez Contreras, este es el trastorno gastrointestinal más frecuente. Entre el 10% y el 20% de la población en países desarrollados suelen experimentar los síntomas relacionados con este síndrome a lo largo de su vida, y solo el 15% consultan con un médico.
Aunque hasta el momento se desconoce los factores que pueden generar el colon irritable, según la Clínica Universidad de Navarra en España, por lo general este síndrome está asociado con factores psicológicos, los cuales suelen afectar el movimiento y la sensibilidad digestiva.
De igual manera se ha identificado la relación entre el colon irritable y otras alteraciones como por ejemplo la gastroenteritis, la intolerancia a algunos alimentos, alteraciones hormonales, e incluso factores genéticos.
Pero, ¿cómo lograr identificar que se sufre de este síndrome? Antes que nada, es importante recordar que ante cualquier sintomatología es necesario acudir al médico especialista para conocer de la mano de un experto qué está pasando en su organismo y cómo puede tratarlo.
Por lo general, los síntomas propios del colon irritable son el dolor y la distensión abdominal, así como la alteración del ritmo intestinal.
El dolor abdominal por lo general, suele presentarse en el hemiabdomen inferior. Es de tipo cólico, opresivo o punzante, a veces leve o de moderada intensidad.
Expertos aseguran que la duración de este malestar es inferior a las dos horas y suele aliviar tras la defecación. Adicional a esto, el dolor suele asociarse con deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o consistencia de las defecaciones, y por lo general las personas que padecen este síndrome asocian su comienzo con la ingesta de algún alimento en específico.
Otro de los síntomas comúnmente relacionados con el colon irritable son las alteraciones del ritmo intestinal, las cuales pueden manifestarse como estreñimiento o como diarrea, o puede alternarse.
Conocedores aseguran que algunos pacientes suelen referir exceso de gases y mucosidad en las heces. Así mismo, otro de los síntomas referenciados y que está asociado con el colon irritable es la sensación de evacuación incompleta o de tener la necesidad de defecar constantemente.
De igual manera, las personas que padecen el síndrome del intestino irritable tienen momentos en los que los síntomas pueden ser peores, mejorar o incluso desaparecer. También algunos pacientes presentan dolores – tipo ardor – en el estómago, tórax y anal.
Expertos explican que estos síntomas no son específicos de este trastorno, ya que pueden asociarse con otras enfermedades digestivas y por eso es importante que a pesar de tratarse de un trastorno totalmente benigno es fundamental que usted se realice algunas pruebas diagnósticas que descarten enfermedades más serias.
Sin embargo, existen algunas claves para distinguir el síndrome del colon irritable con otros trastornos. Es importante que usted sepa que una persona que sufre de colon irritable no suele presentar fiebre, diarrea nocturna, sangre en la deposición, pérdida de peso.
