El gasto energético basal es la cantidad de energía que el organismo necesita para mantener su peso y realizar las funciones necesarias a lo largo del día y determinarlo con precisión permite el diseño de planes nutricionales realmente personalizados.

Habitualmente los médicos y nutricionistas realizan un cálculo aproximado de las necesidades de cada individuo a través de fórmulas matemáticas que no tienen en cuenta la velocidad del metabolismo particular de cada paciente ocasionando en algunos casos la ausencia de resultados a pesar de seguir el plan nutricional recomendado.

El gasto de energía produce un intercambio de gases. Para gastar las calorías que aportan los nutrientes, el organismo consume oxígeno y al “quemarlas”, produce dióxido de carbono. La calorimetría mide secuencialmente el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono para determinar el gasto energético basal.

Cualquier persona con sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida puede beneficiarse de este procedimiento.